¡Dedos a la pintura!

¡Muy buenas!👋 Hoy ha sido uno de esos días en los que entiendes por qué el arte no se enseña, se vive. Hemos descubierto la dactilopintura, una técnica tan simple como poderosa: pintar con los dedos. Y aunque solemos asociarla con la infancia, hoy he comprobado que tiene un potencial inmenso tanto en la educación y en la terapia como en el mundo adulto.

Pintar con los dedos significa volver al origen. Antes de que el ser humano utilizara herramientas, ya dibujaba con las manos en las cuevas, dejando huellas en las paredes de Altamira o Lascaux. Siglos después, en el XX, Ruth Faison Shaw recuperó esta técnica defendiendo que la pintura con los dedos fomentaba una expresión libre y auténtica en los niños. Hoy, en un mundo de pantallas táctiles y superficies lisas, quizá sea momento de recordar que el tacto también se educa. La dactilopintura actúa como un canal para exteriorizar emociones y estados de ánimo que, en muchos casos, permanecen ocultos en el subconsciente, especialmente en el mundo interior de los niños (Monteros, 2022)

Indagando por Internet, he encontrado que la mayoría de proyectos van destinados a la etapa de Educación Infantil. También, he encontrado algunos artistas adultos no reconocidos que utilizan esta técnica.


Figura 1. Vídeo Pintando con los dedos.

En el taller de hoy, hemos trabajado con técnica húmeda por primera vez. Y no podía ser más divertido. Comenzamos en grupos de tres, de pie, frente a frente. Teníamos que pintar en la cara de nuestras compañeras cinco puntos diminutos, uno con cada dedo de la mano. En mi grupo, los colores estaban repartidos así: Jimena pintaba los puntos azules, Paola los amarillos y yo los rojos. El meñique fue el encargado del primer punto, colocado en el moflete; el anular en el pómulo, el corazón en la frente, el índice en la barbilla y, finalmente, el pulgar en la nariz. Lo que más me sorprendió fue comprobar cómo cada dedo tiene su propia “personalidad”: precisión, torpeza, fuerza o suavidad. En general, he podido percibir que de todos, el pulgar fue el más firme y controlado, quizá porque es el que más utilizamos al chatear en el móvil… Nunca pensé que el título de mi blog Mis pecas de colores iba a cobrar tanto sentido. 




Figura 3. Fotos y vídeos del proceso (elaboración propia).

Después, nos sentamos para trabajar sobre el papel. Lo dividimos con el lápiz en dos partes iguales. En la parte resultante izquierda hemos trazado 3 líneas verticales. Y la parte derecha la hemos vuelto a dividir en dos. En horizontal hemos trazado 4 líneas. La actividad consistía en ir rellenando los espacios con cada dedo (comenzando con el pulgar y acabando por el meñique) con témpera de colores primarios. Hemos pintado líneas, cuadrados y círculos concéntricos, puntos y palabras, usando un dedo distinto para cada sección. El reto estaba en hacerlo con tiempo limitado.


Figura 3. Actividad 2 (elaboración propia).


En la última actividad volvimos al taller de expresión corporal. Con una cuenta atrás, tuvimos que pintar figuras humanas solo con los dedos, buscando la mayor expresividad posible. Aquí me propuse un reto: usar un dedo diferente para cada figura. El índice pintó el cuerpo naranja, el pulgar el rosa y el meñique el marrón. Ninguno fue perfecto, pero todos tenían energía, movimiento y emoción. Me gustó ver cómo, pese a tener las mismas instrucciones, cada persona plasmaba su esencia en el papel.



Figura 4. Actividad 3 (elaboración propia).



Figura 5. Resultados del grupo (elaboración propia).


De este taller, extraigo varias reflexiones. La primera es la importancia de observar a los alumnos mientras realizan esta técnica con el fin de conocerlos más y saber sus necesidades, ya que como sostiene Reneé (2008, citado en Monteros, 2022) los niños con conductas más tímidas o reservadas suelen pintar usando un solo dedo o la punta de varios dedos, mientras que los niños más espontáneos tienden a sumergir las manos en la pintura, trabajar de manera rápida y no preocuparse por ensuciarse la ropa o el cuerpo. Además, establecer un tiempo limitado para la realización de las tareas en los talleres es fundamental, porque es precisamente durante esos periodos donde se fomenta la expresión espontánea de cada alumno. En mi opinión, se evita que los niños sobrepiensen sus creaciones y pierdan espontaneidad. Así, la dactilopintura no solo se convierte en una actividad artística, sino también en un medio para potenciar la confianza, la iniciativa y la libertad de expresión de los escolares en el aula.



Referencias bibliográficas

Galeano, M. F., García Barros, N. P., Crespo Crespo, W. B., & Maza Guillermo, E. A. (2024). Grafoplastia y dactilopintura: revisión y planificación para la apertura lúdico-didáctica en la educación inicial. Ciencia y Educación, 8(2), 95–115. 

Los Sinuhets. (2023). Pintando con los dedos [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/shorts/FeeEH7qJL8s

Monteros Remache, Y. E. (2022). UNACH-EC-FCEHT-PAH-0001-2022 [Trabajo de titulación, Universidad Nacional de Chimborazo]. Repositorio Institucional de la Universidad Nacional de Chimborazo. 


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